Resulta que viene a estar un ratito conmigo, a hacerme compañía, a quererme un poco (aunque realmente creo que viene a que yo la quiera a ella)... y resulta que como se ha fijado que yo por mimos lo dejo todo y que aunque tengo juguetes paso de ellos, ha intentado jugar conmigo otra vez (y que no, que sí parece que me llama la atención pero uno: parece que se divierte más ella haciendo girar la pelota y dos, que no, que de momento prefiero los mimos que el juego, que soy muy tranquila yo).
El caso es que me han dado un metro verde de estos de Leroy Merlín y bueeeeno... vaaaale, parecía que me le quedaba mirando (pero en todo momento he sabido que era el metro verde, no un superbicho que subía poco e increíblemente solo por la pared, que conste)... pero como tampoco me llamaba mucho, va la tonta de mi mamá de acogida ¡y me lo pone por encima! ¡¿Está tonta o qué la pasa?!
Claro: yo daba dos pasos y oía algo. Me volvía. Vale, no me seguía nadie. ¡Pero daba otros 2 pasos y me seguían siguiendo! Pues así me he estado como cuatro veces y mi mamá de acogida estaba quieta mirándome, y sonriendo, por supuesto.
Que sí, que la he parecido la gata más adorable del universo y luego me ha dado como un trillón de besos y un achuchón enorme pero una tiene su dignidad, así que la he estado mirando un poco de reojo unos 5 minutos (¿segundos?) después, para hacerla saber que no, que no se me hace esto, jo.
En fin: que nadie pregunta por mííííííííííííííííí. ¿Lo podéis creer? Menudo día...
Anímateee... vengaaaa... no dejes pasar ni un día más sin mí en tu vida... liliehm@hotmail.com o 606 23 83 90
EMILY.
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